LA PICARESCA ORIGEN DE LAS RECIBIR EL AÑO BAJO EL RELOJ
El origen de la tradición de comer las uvas tiene un
precedente: un bando municipal del alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, de diciembre de 1882, por el que se
imponía una cuota de 1 duro (cinco pesetas) a todos los que quisieran salir a recibir a los Reyes Magos.
Esta tradición servía para ridiculizar a algunos forasteros que llegaban esos
días y a quienes se les hacía creer que había que ir a buscar a los Reyes Magos
la madrugada del 5 de enero; se utilizaba, además, para beber y hacer cuanto
ruido se quisiera. Con este bando José Abascal privó a los madrileños de la
posibilidad de disfrutar de un día de fiesta en donde se permitiese casi todo.
Esto, junto a la costumbre de las familias acomodadas de tomar uvas y champán en
la cena de Nochevieja, provocó que un grupo de madrileños decidieran ironizar
la costumbre burguesa, acudiendo a la Puerta
del Sol a tomar las uvas al son de las campanadas. Estos son los
antecedentes que dieron lugar a esta costumbre.
La prensa madrileña ya comentaba en enero de 1897:[5]
"Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj
que separa el año saliente del entrante". Al año siguiente la prensa
animaba a esta tradición con un artículo titulado "Las Uvas
milagrosas".[
Otra teoría, es que en 1909, agricultores levantinos
de Almería,
Murcia[14] y Alicante, encontrándose en ese año con
excedente de uva y con objeto de sacar al mercado la producción, lograron
popularizar la costumbre y darle el impulso definitivo que, desde entonces,
acabaría por convertirla en consolidada tradición.
LEER MÁS:
http://es.wikipedia.org/wiki/Doce_uvas
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