domingo, 7 de diciembre de 2014

JANUQUIÁ Y MENORÁ


Janucá

hebreo: חֲנֻכָּה y sin puntuación diacrítica חנוכה), llamada también la Fiesta de las Luces o Lucernarias, es una festividad judaica. Algunas fuentes utilizan la ortografía Hanukkah para escribirlo en español. [1]



Celebrada durante ocho días, conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II a. C.


La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo «piloto»).La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y comienzos de diciembre del calendario gregoriano.

LEER MÁS: http://es.wikipedia.org/wiki/Januc%C3%A1


La Fiesta de Janucá (Hanukkah) comienza al al anochecer de la víspera del 17 de Diciembre, y las celebraciones se extienden durante ocho días.


La menorá (en hebreo מנורה; "lámpara") es un candelabro o lámpara de aceite de siete brazos, uno de los elementos rituales más importantes del judaísmo y asimismo uno de sus símbolos más antiguos, remontándose su uso al pueblo hebreo desde la Edad Antigua.[1]


 
La fuente literaria que hace referencia al candelabro es la Biblia, particularmente el libro del Éxodo.[2]

Según la Biblia, la menorá se encontraba en el
Tabernáculo y luego en el Templo de Jerusalén.[3] En el Templo, expresa la Biblia, delante del Santo de los Santos había un candelabro de oro purísimo, labrado a martillo que tenía siete brazos, en cada uno de los cuales ardía una lamparilla o luminaria.

Según los libros de Zacarías e Isaías, la menorá es simbólica del espíritu de Yahveh (véase sección Simbolismo). Con todo, es posible que la menorá sea además una representación simbólica de la zarza ardiente percibida por
Moisés en el Monte Sinaí.[4]

Se conoce su
apariencia entre otras cosas porque después que los romanos profanaron y destruyeron el segundo Templo de Jerusalén, se llevaron el candelabro de los siete brazos como trofeo a Roma: la apariencia del candelabro se puede ver en un conocido bajorrelieve del Arco de Tito, construido para celebrar su victoria en el año 70 de la Era Común.[5]

Algunas veces la menorá es confundida con la
januquiá, candelabro de nueve brazos empleado en la festividad de las luminarias (jánuca). Sin embargo, la cantidad de brazos de cada uno de esos candelabros justifica una diferenciación al designarlos.[6]

MÁS INFORMACIÓN: http://es.wikipedia.org/wiki/Menor%C3%A1







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